El estreno del circuito de Jeddah Corniche se saldó con un severo susto al final de los segundos entrenamientos libres del GP de Arabia Saudí. Charles Leclerc acabó estampado contra el muro de la curva 22, uno de los puntos más rápidos y críticos del trazado que debuta este fin de semana en el calendario de la Fórmula 1.

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Al final de una tanda en la que ya había habido varios avisos en forma de salidas de pista, algún trompo y un par de rozones contra el muro, el monegasco de Ferrari perdió el control de su monoplaza hasta quedarse a merced de la fortuna. Los sistemas de seguridad su coche le libraron de sufrir consecuencias más serias, aunque el impacto fue de tal envergadura que, pese a salir por su propio pie, fue trasladado al centro médico para que fuera chequeado.

Este golpe fue una advertencia de lo que se puede ver el resto del fin de semana. Leclerc perdió la trasera de su coche al afrontar la última parte de este circuito, a la entrada de una de las variantes más rápidas. El coche se le fue de espaldas y acabó impactando con violencia contra las protecciones 'tech-pro', que amortiguan notablemente este tipo de incidentes.

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La cercanía de los muros, el asfalto 'virgen', la dificultad ante un trazado desconocido y la presión por obtener un buen resultado pueden ser determinantes este fin de semana. Estrecho y revirado, en este circuito los pilotos van durante casi un 80% de la vuelta con el acelerador a fondo, lo que unido a unos pianos muy altos (en algunos puntos de más de 15 centímetros) y peraltes de 12º pueden suponer una pesadilla para todos.